Mohamed, Almudena, Rafael, Elisa y Juanmi son los nombres de las personas afectadas por las hipotecas que, junto con sus familias, han conseguido llegar a acuerdos con los bancos recientemente gracias al trabajo de Stop Desahucios en Almuñécar, a través de su asamblea local.
Concretamente, se trata de dos reestructuraciones y tres daciones en pago. Tres de los acuerdos son con el Banco Popular, uno con el BBVA y otro con Caja Rural.
Almudena Martín, vecina de Almuñécar de 37 años, y Fermín Rodríguez, de 36, forman uno de estos hogares, en el que viven junto a su hijo de seis años. Han firmado una reestructuración y carencia con el Popular, acorde con el «código de buenas prácticas».
La familia se hipotecó en 2003, pero hace siete años su empresa la despidió al quedarse embarazada. «Lo tenían por norma», indica Martín, a pesar de la flagrante ilegalidad de este hecho, irrelevante en un país donde las leyes positivas son papel mojado. Su marido, fontanero, siguió su camino poco después.
A pesar de todo, «nuestra hipoteca era baja, no pensábamos tener muchos problemas», explica Martín. Pero los problemas llegaron. Los trabajos que llegaron eran temporales y los ahorros se consumían progresivamente. «Intentamos negociar con el banco. Nos ofrecieron pagar 250 euros mensuales de carencia durante dos años, más 1.500 euros de gastos», recuerda. Algo inasumible: «Seguimos pagando hasta que no pudimos más».
Martín, sin embargo, conoció Stop Desahucios 15M Granada por internet, y mediante su participación en el grupo llegó una solución aceptable. Éstas son sus impresiones sobre el grupo: «Al principio no me lo imaginaba. En mi mundo anterior todos hacían las cosas a cambio de algo. Quiero informarme, aprender y ayudar».