32 familias participantes en el grupo Stop Desahucios 15M Granada llegaron a acuerdos con la financiera UCI, vinculada al Banco Santander, en los últimos seis meses del año pasado. Diez de estas soluciones fueron daciones en pago por las que los hogares condonaron su deuda con la entidad, mientras que las 22 restantes fueron carencias por las que en los próximos años las familias pagarán una cantidad asequible de sus cuotas hipotecarias.
Una de las familias es la compuesta por Francisco Martínez, María Florencia Martos y sus dos niños, de 11 y siete años de edad, que firmó una carencia. Martínez, de 57 años, lleva un bar, y Martos es ama de casa y tiene 46.
Vecinos del barrio del Zaidín, en 2002 se hipotecaron con Banesto para adquirir su vivienda, y posteriormente se realizó una reunificación de la deuda por la que entró UCI en el acuerdo. Cuando las cosas empezaron a ir peor, cuenta Martínez, «negocié con UCI por teléfono y me hicieron un acuerdo usurero». En 2014, a través de un amigo, empezaron a acudir a la asamblea de Stop Desahucios en su barrio, y meses después se alcanzó el acuerdo.
«Estuve yendo a las asambleas bastante tiempo. Ahora estoy en contacto aunque voy menos porque estoy solo en el bar, pero en cuanto pueda volveré», manifiesta Martínez.