Desahucio suspendido: de momento Ana Mari se queda

Stop Desahucios Granada 15M junto con el apoyo solidario de vecinos y colectivos sociales consiguen suspender el desahucio de Ana Mari y su familia, en la Herradura, Granada.

Si de CaixaBank hubiera dependido, Ana Mari, su hijo menor y su madre con discapacidad estarían hoy en la calle.

Sin embargo nuevamente, la combinación de la solidaridad de colectivos y vecinos generada, con el uso de los escasos resquicios jurídicos (pocas veces a nuestro favor y muchas veces sin dejarnos tiempo), ha conseguido nuevamente suspender el desahucio previsto para el 30 de Enero –aplazándose-.

Somos conscientes que la situación grave de vivienda sigue pesando sobre esta familia (al igual que sobre muchas). Las administraciones públicas han de implicarse mucho más “implicarse hasta mancharse”, porque son ellas las que pueden negarse – y realizar trámites con la entidad bancaria y con el juzgado- para que no se produzcan desahucios en sus municipios. La declaración de “municipio libre de desahucio” tiene que traducirse en hechos concretos, y que no se quede en una foto o en una pancarta colgada a la entrada de un pueblo. Y SÍ se puede, sólo hay que ser valiente y coherente.

Ahora toca

Ahora toca seguir empujando para evitar este desahucio, cuya nueva fecha aún no se sabe, pero será inminente.

CaixaBank, limpia sus grandes beneficios invirtiendo en su Fundación Obra Social acercándose con su “nariz de payaso” a la realidad de muchas familias que les importa más bien poco. La otra cara, la real son los desahucios que ordena ejecutar sobre familias sin alternativa habitacional y sin ofrecerles soluciones. Y no le tiembla el pulso. El lucro le recompensa.

Ahora toca que La Caixa entienda que esta batalla no le va a resultar fácil y que es más sencillo sentarnos y conseguir una solución favorable –Desde Stop Desahucios Granada 15M se le ha presentado diversas posibilidades para solucionar el tema-. Sin embargo pareciera como si  La Caixa hubiera vendido a alguno de sus clientes preferentes la vivienda de esta familia.

Una cosa si hemos demostrado que Ana Mari no está sola. En la mañana del jueves más de un centenar de personas mostraban su solidaridad con la familia. Porque cuando “nos tocan a uno, nos tocan a todos”.  “Porque no toleramos ni un desahucio más”.

Y Ana Mari junto con su familia, seguirá acompañada de toda esa “manta de solidaridad” generada para seguir luchando hasta que al final consigamos que viva tranquila en la vivienda.

Es hora de que los desahucios terminen de una vez por todas, porque hay mecanismos institucionales, legislativos, judiciales….Para hacer este derecho una realidad.

Sí se puede