«Lo de los bancos es una injusticia. Tenemos que hacernos fuertes». Es la conclusión extraída por Soledad Pedrosa, camarera a tiempo parcial de 38 años y madre de un chico de 13 años, quien ha padecido esa injusticia en sus propias carnes. Afortunadamente, gracias a su participación en la asamblea de Armilla de Stop Desahucios 15M Granada, ha llegado a un acuerdo por el que pagará una carencia de 70 euros mensuales a Unicaja durante los próximos cinco años. Además, son eliminadas las cláusulas abusivas de su hipoteca.
«Me hipotequé en 2005. Pagaba 500 euros al mes, pero en 2009 me quedé en paro», cuenta Pedrosa. «Pagaba lo que podía hasta 2013 y en 2014 entré en Stop Desahucios», añade.
Su caso ha tardado en resolverse por las largas que daba Unicaja: «Al estar ya trabajando de nuevo me decían que no entraba en el ‘código de buenas prácticas’, pero ahora lo hemos conseguido».
«Stop Desahucios es alucinante, hace una labor muy solidaria, apoya a la gente que no entiende de leyes. Mi pareja y yo colaboramos haciendo escritos, nuestra intención es seguir», señala Pedrosa.