Gracias a la reestructuración hipotecaria y carencia de cinco años firmada con Banco Mare Nostrum (ex Caja Granada), José Juan Peinado y Verónica García podrán seguir viviendo en su actual hogar, en Chauchina.
Peinado, trabajador de la construcción en paro, y García, camarera y limpiadora, tienen respectivamente 37 y 33 años. Con ellos viven sus dos hijas e hijo, de 12, 11 y 4 años de edad. La familia firmó su hipoteca en 2003 para poder tener un hogar común. Más de una década después, en 2014, el paro les golpeó. «A partir de agosto no pudimos pagar», cuenta Peinado, pero «una amiga de Fuentevaqueros nos recomendó acudir a las reuniones de Stop Desahucios en el Zaidín». Anteriormente, la «solución» que ofrecía BMN era… volver a hipotecarse.
Peinado narra su experiencia de lucha colectiva: «Me estuve formando. A finales de enero de 2015 presentamos el escrito al banco, y a las dos semanas me estaban llamando. Ahora se ha firmado el acuerdo. En Stop Desahucios son unas máquinas. Cuando entré no me esperaba encontrar este grupo de gente. Peinado opina que «esto no puede seguir así, hay que seguir luchando». Por este motivo, ahora participa «en dos asambleas, La Zubia y Zaidín, apoyando en diversos casos».