Alquiler social, defendiendo el derecho a la vivienda
Rosa Martin ha logrado un alquiler social con el Banco Popular gracias al apoyo de Stop Desahucios de Almuñecar y La Herradura, grupo del que forma parte.
Rosa vive en la casa con sus dos hijas de 18 y 14 años, tiene 45 y lleva en paro más de 8 años. Su ex pareja compró la casa y dejó de pagarla cuando se separaron. En el auto de separación la juez dictaminó el uso y disfrute de la casa para ella y sus hijas, este auto está inscrito en el Registro de la Propiedad. Posteriormente el banco se adjudicó la casa en el 2010.
Rosa se incorporó a la Asamblea hace 20 meses después de tener una mala experiencia con una abogada particular. Las negociaciones con el banco no prosperaron y el 20 de enero de 2016 tenía previsto un lanzamiento. Ese mismo día la procuradora del banco después de muchas gestiones y llamadas telefónicas de la plataforma antidesahucios paró el desahucio.
Desde ese momento se solicitó un alquiler social por el Código de Buenas Prácticas, pero el banco lo denegó porque el titular del préstamo hipotecario era la ex de Rosa y no ella. El banco continúo con el procedimiento de ejecución hipotecaria. Pero, finalmente, han conseguido negociar un alquiler social de 3 años después de varias propuestas ofrecidas por el banco.
Rosa, desde el día que se incorporó en la Asamblea, ha participado en todas las acciones que hemos llevado en Almuñecar y en la Costa, se puede decir que es una verdadera activista y militante en la defensa del derecho a la vivienda.
Recientemente, en una entrevista durante una concentración de denuncia a Caja Rural, mientras apoyaba a otros compañeros de la plataforma con problemas, nos decía “estoy contenta de estar en Stop Desahucios, he conocido a gente que me ha ayudado a cambio de nada, yo esto no lo había conocido, somos una pequeña familia. Yo no me pienso ir”.
Otro ejemplo más de que las batallas contra las estafas, abusos e imposiciones de las entidades bancarias se pueden ganar desde el apoyo solidario, la constancia y la lucha, concluyen desde la Plataforma Stop Desahucios.
Sin miedo, sin vergüenza, porque no somos culpables de no poder pagar nuestro bien de primera necesidad. Acude a tu asamblea más cercana.