«La gente tiene el poder si está unida», afirma Priscila Choto, integrante del grupo Stop Desahucios 15M Granada, después de haber forzado a Cajasur a firmar un acuerdo de reestructuración hipotecaria por el que su familia pagará 56 euros al mes en concepto de carencia durante los próximos cinco años.
Choto, maestra en paro de 27 años, vive en La Zubia con su pareja, José Manuel Vilches, trabajador de la construcción cinco años mayor, y su niña de dos años. Pidieron el préstamo hipotecario en 2002.
«Pagábamos 800 euros», relata Choto, «y llegó un momento que no podíamos pagar. José Manuel cobraba mil. El banco nos hizo una carencia de dos años para pagar 400 euros». Antes de que acabara este periodo, la familia ya había acudido a la asamblea de Stop Desahucios en La Zubia, a través de una familiar.
«Al primer intento nos dijeron que no, pero insistimos y entramos en el acuerdo», dice la vecina. Para ella, Stop Desahucios «es una gran labor. Tiene que ser una cadena, todo el mundo debe ayudar. Veo injusto no seguir ayudando, si puedo aportar lo hago».