La semana pasada acudió a la plataforma Elvira, una vecina de Almuñécar angustiada porque el día anterior se habían presentado en su casa los secretarios judiciales con la intención de desahuciarla, pero al comprobar que ni ella ni su familia habían recibido la notificación del lanzamiento, le dieron de plazo 10 días para que recogieran sus cosas.
«Es lo único que tenemos, si nos echan nos quedamos en al calle», decía mientras relataba su larga historia desde que en 1996 compraron la casa que ha sido, y continuará siendo, su hogar.
A pesar del poco tiempo de margen para actuar, la plataforma realizó numerosas gestiones y negociaciones, hasta lograr la paralización del desahucio. En estos momentos se está negociando un alquiler social acorde con los escasos ingresos de la familia.
Algunas irregularidades en el procedimiento judicial y el complejo entramado burocrático tuvo en vilo a la familia hasta el pasado viernes, cuando se confirmo la suspensión del lanzamiento por parte del banco BBVA.
Ahora una nueva familia puede dormir tranquila. Desde Stop Desahucios insisten en la importancia de organizarse “Es fundamental que tomemos conciencia de la gran estafa que estamos viviendo y que luchemos colectivamente hasta que consigamos que derechos tan básicos como la vivienda sean reales, mientras esto no ocurra continuaremos con las acciones, y las presiones aumentaran hasta que no se resuelvan satisfactoriamente los casos pendientes en distintas entidades del municipio”.
Por su parte la familia afectada agradece al grupo su implicación y se muestra muy satisfecha con su participación en Stop Desahucios: «Gracias a la llamada que hice a Stop Desahucios hoy podemos conservar nuestra casa, declaran, y animamos a todas las personas que tengan problemas con su vivienda a que vayan a las asambleas, porque solo así uniendo nuestras fuerzas conseguiremos parar la injusticia de los desahucios y los abusos de los bancos».