El jueves 7 de abril Stop Desahucios 15M Granada se concentró en las puertas de la sucursal del banco Santander en Gran Vía. Tres representantes del colectivo y dos familias afectadas han entrado en las oficinas para intentar negociar la situación, ya muy preocupante, de nueve familias que se ven imposibilitadas de pagar la hipoteca que esta entidad bancaria -o alguno de sus asociados- les concedió.
El banco Santander es una de las entidades bancarias que, en su momento y de forma volunaria, firmaron el código de buenas prácticas. Entre los nueve casos presentados hay diversas casuísticas, todas ellas relacionadas con la precariedad, falta de trabajo e incapacidad para hacer frente al pago de la hipoteca. Estas familias, con el apoyo de Stop Desahucios, solicitan al Santander desde daciones en pago, hasta reestructuraciones de la deuda.
Para «poner rostro» a esta situaciones, nos encontramos con el caso de Rosario Jiménez. En el año 2008-estaba trabajando- pide una hipotecca para compra de un piso. En esta hipoteca constan como «deudores no hipotecantes» sus padres, ambos jubilados. En el año 2011, Rosario se queda sin trabajo y sigue pagando la hipoteca (utilizando el paro y después las ayudas). En la actualidad, sin paro y sin ningún tipo de ayudas, se ve imposibilitada para hacer frente a los 480 € mensuales que suponen el pago de la hipoteca. En esta situación corre el riesgo de perder su vivienda, y, así mismo, sus padres perder la suya. Pide al Santander «una dación en pago» para poder salvar la vivienda de sus padres y ella quedar sin deudas para poder rehacer sus vida.
Cualquiera de los ocho casos restantes suponen situaciones muy parecidas a la de Rosario.
Para Stop Desahucios es inaceptable que esta entidad bancaria, al igual que otras, deje sin soluciones a estas familias y las aboque a un proceso de pérdida de vivienda y «muerte financiera», excluyéndolas de la sociedad de por vida.
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