Francisco Martín y Francisca González viven en Santa Fe. Él es jubilado y tiene 71 años. Ella es ama de casa y cuenta 63. Mediante su participación en el grupo Stop Desahucios 15M Granada, han conseguido reestructurar su hipoteca con el Banco Santander a través del Código
de Buenas Prácticas, lo que les permitirá pagar una pequeña cantidad en concepto de intereses durante los próximos cinco años.
La familia tenía su hipoteca pagada, pero hace nueve años montaron un negocio para el cual la inversión se fue incrementando y, señala Martín, «tuvimos que pedir un préstamo para terminarla», vinculado a la vivienda. En 2009 la crisis golpeó duramente a la empresa. Como define Martín, «la clientela bajó y la luz subió».
Acordaron con el banco una carencia de tres años, pero era muy elevada, de 260 euros mensuales. «No funcionó», indica este vecino de Santa Fe, quien al terminar la carencia se vio con 800 euros de pensión y 500 de hipoteca.
«Sabía que existía Stop Desahucios pero esperábamos solucionarlo por nuestra cuenta«, dice Martín. No pudo ser y en abril de 2014 acudieron a la asamblea del Zaidín de Stop Desahucios, con la cual han conseguido el acuerdo un año y pocos meses después.
«Hay una diferencia enorme con el acuerdo anterior», manifiesta Martín, consciente de la importancia de la organización colectiva: «Sigo y seguiré en el grupo mientras haya necesidad. Todo lo que se consigue, se consigue a través de Stop Desahucios».