Un grupo de activistas de Stop Desahucios 15M Granada, acompañados de Juan Molina se han encerrado, el día 12, sobre las 10:35 h. en la sucursal de la Caja Rural situada al principio de Gran Vía, dando a la plaza de Isabel la Católica. En total son once personas que, nada más entrar a la entidad, piden hablar con algún jefe de la entidad para plantearle la finalidad de la ocupación: la exigencia de la inmediata paralización del desahucio, previsto para el día 24 de mayo, de la familia de Juan y Magdalena.
En principio se topan con la excusa de los empleados y empleadas de la sucursal de que no tienen poder para tomar decisiones en este tema. Ante la insistencia de los activistas, acceden a llamar a la central y ponerse en contacto con sus jefes. Sobre las 13 horas, aparece el director de la sucursal e insiste en la «inutilidad del encierro en esta oficina, ya que los jefes están en la central. Nosotros no podemos hacer nada. Vayan ustedes a encerrarse allí». Se le comunica al director que de «aquí no nos movemos hasta que venga algún directivo y podamos hablar sobre la situación de esta familia». Un policía, situado en la puerta entra para hablar con los activistas y, en tono amable, pregunta «¿todo está bien? Una media hora más tarde, después de hablar con el subdirector de la sucursal, el mismo policía se dirige a las personas encerradas para comunicarles -su tono sigue siendo amable- que «a las tres cierran la oficina y tendrán ustedes que irse. En caso contrario, ésto tomará un giro distinto y no merece la pena llegar a esos extremos». Los encerrados y encerradas insisten en hablar con algún responsable de la entidad que pueda tomar decisiones. Ante la petición de una de las activistas de que tiene necesidad de ir al servicio, la empleada a la que se dirige le contesta «los servicios son privados y no los podéis utilizar».
Sobre las 14 horas el director de la sucursal se dirige a Juan Molina y le comunica que, desde la central, ya se le ha hecho una oferta a su abogado. «Se le ha ofrecido un contrato». «Primero tienes que firmar el contrato, después retirar la demanda interpuesta contra la Rural por las cláusulas abusivas y, cuando hayas hecho esto, la Rural paralizará el desahucio». Ante el desconcierto del afectado -no tiene conocimiento de tal oferta, ni se le ha dado por escrito al abogado-, y previa llamada al abogado que no le aclara la situación, decide que demos por terminado el encierro para poder hablar con su letrado y aclarar las cosas. La visión de Stop Desahucios es que la Rural sigue «tensando la cuerda a esta familia, no soporta que esté apoyada por Stop Desahucios -en palabras del director de la oficina «no vamos a permitir que os apuntéis el tanto» y le encoleriza la intervención de los medios de comunicación. Durante todo el encierro, un numeroso grupo de activistas han permanecido concentrados en la puerta de la sucursal. Stop Desahucios 15M Granada seguirá apoyando a Juan y a Magdalena hasta conseguir que puedan seguir viviendo en su casa, derecho que ampara nuestra Constitución.