Conchi C. R. y su marido firmaron este pasado 14 de diciembre un acuerdo con Unicaja por el que conseguían una reestructuración hipotecaria para los próximos 5 años que podrá ir pagando con mayor facilidad. A través de este acuerdo se han podido incluir tanto el crédito hipotecario como los créditos personales que había tenido que solicitar para poder ir saliendo a flote en los peores momentos.
La historia
Conchi tenía una hipoteca con Unicaja para la adquisición de su vivienda después de tener un contrato del alquiler con derecho a compra por el que tras 5 años como alquilada podía aspirar a ser la dueña de la vivienda. Desde 2006 fue pagando las letras de la hipoteca de manera puntual sin mayores problemas pero con la crisis las dificultades empezaron a aflorar y en 2013, momento en el que su marido perdió el trabajo, todo comenzó a ponerse cuesta arriba: los 700 euros que le quedaron como prestación por desempleo no eran suficientes para poder pagar la letra de la hipoteca y otras deudas que hacían que nada más que con esto tuvieran que destinar casi 500 euros al pago de hipoteca y deudas bancarias.
De esta manera, la situación se fue deteriorando hasta que ya se hizo insostenible. Pero hubo un momento que marcó un punto de inflexión: A través de su cuñado tuvo conocimiento del grupo Stop Desahucios Granada 15M y todo cambió: empezó a acudir a las asambleas que el grupo tiene, primero en Armilla y más tarde, por una cuestión de proximidad, a Atarfe: En la Asamblea de Armilla empezaron ya a presentar la documentación necesaria para pedir una reestructuración pero el banco se negaba porque decía que no entraban bajo las condiciones del real decreto.
Una lucha continua
Hubo que seguir insistiendo, presentando nuevos escritos hasta que finalmente se consigue firmar reestructuración en relación a su hipoteca. Sin embargo, en ese momento, la entidad todavía no quería negociar en relación al resto de créditos personales (2 préstamos) que se habían ido sacando precisamente para poder enfrentar cuestiones relativas a la vivienda. La situación seguía siendo difícil porque no podían hacer frente al pago de esos créditos. Para salir de esa situación de atasco hubo que realizar movilizaciones y seguir presentando escritos pidiendo una solución.
Finamente, tras casi un año, de seguir insistiendo, la entidad aceptó llegar a un acuerdo que diera una salida en relación a estos dos créditos. De esta manera el panorama para Conchi y su familia aparecía con unas mejores perspectivas tras una larga lucha, acompañada por los compañeros de Stop Desahucios. Podían seguir en su vivienda situada en Albolote con más tranquilidad.
Por todo ello, Conchi, al ser preguntada por el grupo responde que a cualquiera le diría “que vayan a Stop desahucios porque uno solo no consigue nada y no te hacen caso pero juntos, con Stop Desahucios he podido ir resolviendo mis problemas porque cuando va uno solo se ríen hasta de ti”.
Esta situación hace que nuestra compañera siga participando actualmente en la asamblea de Atarfe porque como nos explica: “Yo tengo ahora que ayudar para que otra gente pueda también salir adelante porque la unión hace la fuerza así que hay que seguir adelante”.