Y cómo llegué a esto…Cómo empezó todo

En 2006 firmé la hipoteca mi casa. La firmé con Caja Duero. Desde el banco me hicieron otro préstamo, “préstamo personal” que le llaman. Con este último pagamos todos los gastos que fueron mucho, para adquirir la vivienda (notaría, tasación, onorarios…). En el momento de la firma mi situación económica era muy distinta. Mi marido y yo, Puri, trabajábamos y teníamos dos sueldos más o menos estables, fruto de nuestro trabajo asalariado.

Pero llega la crisis. En 2008 con el hundimiento de la falacia economía basada en el sector de la construcción empezó nuestra situación económica a caer empicada. Mientras veíamos atónitos cómo se rescataba a los bancos, nosotros una familia trabajadora empezábamos a tener cada vez más problemas de pago. Durante los tres primeros años después desde que estalló la crisis, fuimos tirando de ahorros, hasta que nos quedamos sin nada y los dos en paro. En 2011 sobrevivimos a través de ayudas familiares, sin embargo la situación era cada vez más imposible de sostener. Muchos pagos y las deudas no bajaban, puesto que se le sumaba la cantidad de cláusulas abusivas que imposibilitaba amortizar deuda.

Pagabas y pagabas y la deuda seguía igual.

Posibles soluciones

Acudieron al banco para que éste le ofreciera alguna solución que no le obligase a adquirir cada vez más deuda. Encadenaron, falsas soluciones ofrecidas y obligadas desde el banco, carencias a tipos de interés alto, durante los años de 2011 y 2013. La entidad, Caja Duero, (Ahora Unicaja) jamás, nunca, les explicó que existían otras soluciones, nunca les explicó el Código de Buenas Prácticas ni les habló de las posibilidades que se reflejan en él. Posibilidades que si bien no solucionan el grave problema de vivienda de este país, sí permiten a familias poder respirar durante un pequeño periodo. Tomar fuerzas para seguir la lucha.

Acuden a la oficina de intermediación bancaria de la Junta de Andalucía para que le orientasen sobre las posibles soluciones que tenían para su situación. Desde esta oficina de intermediación se intenta llegar a un acuerdo con Caja Duero, pero esta se cierra en banda. Y desde la propia oficina de intermediación bancaría quienes les aconsejan que acuda a Stop Desahucios.

Y entonces

A finales de 2013 nos acercamos a las asambleas de Stop desahucios Granada 15M. Concretamente a las asamblea de Armilla y empezamos a participar allí. Cuando acudimos a Stop Desahucios debíamos las cuotas de casi nueve meses. A partir de ahí empezamos a elaborar escritos para cogernos a la reestructuración de la deuda: carencia cinco años a Euribor más 0,25. Después de muchas negociaciones con Caja Duero y de acciones en la calle conseguimos a través del apoyo de todo el grupo que se nos aprobara la reestructuración de la deuda. Y pasamos a pagar mensualmente menos de 50 euros. Este fue nuestro primer logro conseguido.

Se cumplen los cinco años de carencia y nuestra situación no mejora. Volvemos a solicitar otra carencia conforme al Código de Buenas Prácticas, esta vez a Unicaja (puesto que Caja Duero es absorbida por Unicaja). Pero Unicaja se niega.

La situación no se arregla. Y nosotros empezamos a valorar la posibilidad de una dación en pago con alquiler social, puesto que nuestra deuda es impagable. Lo comentamos con el grupo y comenzamos a luchar por esta vía. Tras muchas reuniones con Unicaja, tras muchas acciones conseguimos por fin lo que queríamos:

condonación de la deuda, alquiler social de 150 euros en nuestra casa, por siete años y prorrogable otros tres más. Y luego seguir peleando, pero esta vez sin el agobio de la mochila de una deuda impagable.

Así pues sólo puedo decir a la gente que se encuentra en una situación parecida a la mía que:

que tengan mucho ánimo, que es importante que vean que sí se puede. Con insistencia se puede lograr porque de todo se sale. No hay que desesperarse y no hay que hacer locuras aunque se vea uno muy ahogado.

Vente a las asamblea de Stop Desahucios

Juntos encontraremos una solución