Caja Rural de Granada impone condiciones, no ofrece soluciones.
Todas las propuestas que presenta a las familias llevan consigo un incremento de la deuda del cuál saca un beneficio económico a través de sus intereses y sus ampliaciones.
La Caja Rural incumple el código de Buenas Prácticas, y peor aún lo interpreta a su manera.
- Queremos que Caja Rural cumpla con el Código de Buenas Prácticas y los supera en aquellos puntos que puedan ofrecer algo mejor.
- Queremos como posible soluciones, carencias con carácter retroactivo para evitar general más deudas sobre las familias trabajadoras.
- Queremos que las soluciones no lleven consigo mayor endeudamiento.
- Queremos que las soluciones no se demoren en el tiempo, porque las deudas aumentan.
Por ello Stop Desahucios Granada 15M se concentró el pasado jueves, en las puertas de la entidad, Caja Rural, de Gran Vía de Granada capital. El objetivo de esta concentración era denunciar el incumplimiento del Código de Buenas Prácticas por parte de Caja Rural.
Stop desahucios mantiene una prolongada campaña contra esta entidad debido a los numerosos casos de familias trabajadoras que se encuentran con grandes problemas económicos y sociales, estando incluso en riesgo de exclusión social. Familias trabajadoras que lejos de quedarse inmóvil ante los problemas decidieron organizarse y luchar por su vivienda. Familias trabajadoras que al amparo de la normativa, llevan tiempo intentando que Caja Rural de Granada de una respuesta satisfactoria a su precaria situación hipotecaria.
Tres son los casos que, hoy, se han presentado en la sucursal. Los tres pertenecen a familias en riesgo de exclusión que demandan a la Rural dación en pago y alquiler social, restructuración del préstamo y novación. Estas familias son vecinas de la Zubia, las Gabias y Pinos Puente respectivamente. Esta campaña se mantendrá hasta que esta entidad bancaria acepte cumplir el compromiso adquirido y ofrezca a las familias soluciones que les permitan mantener su vivienda.
Stop Desahucios Granada 15M estará un día tras otro, todo lo que haga falta hasta que realmente a estas familias trabajadoras se les facilite una solución viable.
Porque la vivienda no es un lujo, es necesidad.
La vivienda es un derecho no una mercancía.
La lucha es el único camino. Sí se puede.