Stop Desahucios Granada 15M retoma la lucha por el derecho a la vivienda
En la mañana del jueves 11 de enero, Stop Desahucios Granada 15M volvió a convocar su habitual concentración en la plaza de Colón. El frío y la lluvia no evitaron que decenas de activistas se fueran congregando y, tras la denuncia de la situación en la que se encuentran Fernando y María José (quienes siguen sin respuesta de la Caja Rural de Granada tras la paralización judicial del último intento de desahucio) realizada ante los medios de comunicación que acudieron a la cita, marcharan hacia la Gran Vía para realizar dos acciones.
La primera de ellas consistió en la entrega de un nuevo escrito en la sucursal de la Caja Rural pidiendo que se abra una mesa de negociación a partir de las distintas propuestas que han realizado Fernando y María José con el objetivo de poder mantener su vivienda en Las Gabias. Los trabajadores de la entidad se apresuraron a cerrar las puertas al público, causando un perjuicio completamente innecesario. Tras la entrega del escrito por los compañeros y compañeras, se procedió a explicar una vez más la situación de la familia afectada y la sinrazón de la Caja Rural, señalando además que este banco granadino ha sido multado recientemente por la Junta de Andalucía precisamente por volver a incluir cláusulas abusivas en sus contratos.
Posteriormente, el grupo se desplazó hasta la oficina de CaixaBank para exigir la paralización de un nuevo desahucio previsto para este lunes día 15 de enero en Fuente Vaqueros. En este caso, la familia de Teresa no puede hacer frente al alquiler que en su momento negoció con la entidad tras la dación en pago y la consecuente pérdida de su vivienda. En la actualidad, CaixaBank gestiona parte de sus activos inmobiliarios a través de Servihabitat, su propia inmobiliaria. Por eso exigimos al banco catalán que frene el proceso iniciado y la inmobiliaria adecúe el alquiler social a los ingresos que tienen las personas a las que va dirigido. Lo que no tiene ningún sentido es exigir a las familias involucradas en estos procesos de negociación cantidades que no solo no se corresponden con su capacidad económica real, sino que ignoran por completo el contexto social en el que nos encontramos. Y es que, aunque los directivos de los bancos parecen ignorarlo, la realidad es que la clase trabajadora granadina tiene muy poco poder adquisitivo, ya que los sueldos que se le ofrecen son tremendamente bajos. Por tanto, lo razonable es que los alquileres sociales se puedan adecuar a los ingresos de las familias (el decir, un 30% de los mismos incluyendo los suministros básicos) y permitan respirar a quienes los han suscrito.
Los activistas de Stop Desahucios no se encontraron una buena disposición por parte de los trabajadores que les recibieron. Estos parecieron sorprenderse de que se realice una protesta pacífica a las puertas de la sucursal de un banco que va a provocar un desahucio en menos de tres días a una familia que carece de alternativa habitacional. Sin embargo, los compañeros y compañeras que entraron no se fueron de allí hasta arrancar el compromiso de que la entidad se pondría en contacto con la familia y la abogada.
Hace pocos días pudimos escuchar a Rodrigo Rato (ex-ministro de Economía y ex-vicepresidente del Gobierno, ex-director de Bankia y ex-director gerente del Fondo Monetario Internacional) explicar en el Congreso que lo que se hizo con Bankia (entidad cuyos accionistas perdieron de forma masiva sus fondos) no fue un saqueo organizado, que simplemente se trataba del Mercado… Esa entidad abstracta que al parecer gobierna nuestras existencias, pero no las de los poderosos. Con la chulería del que se sabe del lado ganador, esputó: «Es el Mercado, amigo». A él, y a todos los cargos de banca que nos miran con desprecio cuando luchamos por los derechos de nuestros vecinos y vecinas, tan solo les decimos: «Es la solidaridad, amigo». Ese afecto y ese mecanismo de cohesión que no experimentarán jamás. El calor de saberse acompañado por más frío que haga.
Por eso os animamos a todas a las personas que podáis a acudir todos los jueves a las convocatorias de Stop Desahucios. Cuanto más gente y más ruido, mejor. Mayor impacto y visibilización.
Animaros, el apoyo mutuo es el único camino que nos deja el capitalismo para conquistar nuestra dignidad