Vanesa y Omar siguen sin soluciones y apoyadas por la Asamblea de Stop Desahucios de Motril continúan peleando porque se solvente la tremenda injusticia cometida contra ellos y para ello siguen en su «peregrinaje» por tribunales, ayuntamiento y bancos.
Y es que la situación, si no fuera por el tremendo drama que esconde, cada vez más se parece a una película de Berlanga, en la que lo real roza lo kafkiano. Parece imposible tanta ineptitud y tanta desidia por parte de las entidades bancarias, las instituciones y los juzgados.
Vanesa y Omar fueron expulsados de su casa el 3 de agosto de su vivienda, propiedad del Banco Popular por la actuación de otro banco, Bankia, que «por error» cambió la cerradura (un empleado de Bankia asumió el error pues en vez de ir a la calle C, fueron a la calle B y ya que los dos desahucios eran en dos cuartos, se equivocaron), impidiendo de esta manera que esta familia (que además tiene 4 hijos) pudiera acceder a la vivienda donde habitaba.
Ahora nadie se hace responsable ni da soluciones: ni Bankia que se limita a decir que han emitido una incidencia y que ya llamarán (la falta de humanidad de esta entidad rescatada roza lo criminal), ni el Banco Popular que afirma no estar dispuesto (como propietario) a recuperar su vivienda (escudándose en que no tiene la posesión) ni la justicia a través de una orden judicial (con un sistema colapsado carente de recursos y que se encuentra rozando la total parálisis en el mes de agosto).
Ante este panorama, del que venimos dando cuenta en estas últimas semanas, este lunes se visitaron los juzgados de Motril para seguir insistiendo en la necesidad de que la justicia intervenga y tome cartas en el asunto.
A raíz de las gestiones que allí se realizaron se ha conseguido saber que es el juzgado de lo civil (que no el penal número 1 como se pensaba en un principio) el que tiene que ocuparse pero que aún (después de todo el tiempo transcurrido) no lo tiene registrado y que hasta que no venga el juez no se podrá hacer nada.
Es este un hecho gravísimo pues los desahucios sin alternativa habitacional suponen una flagrante violación de los derechos humanos y en una situación en la que hay menores implicados, la inacción de los juzgados es otra violación más de los derechos que asisten a Vanesa y Omar. Además los procedimientos establecidos han sido vulnerados y como vulgarmente suele decirse «se los están pasando por el forro» los bancos, los tribunales y todo el mundo.
Frente a este panorama es evidente que cada vez más queda claro que sólo tendremos aquellos derechos que podamos pelear, conquistar y defender frente a las entidades bancarias, frente a las administraciones públicas y frente a los propios tribunales de justicia.
Porque las leyes y los derechos, estamos viendo que son papel mojado y que sólo a través de la lucha organizada y consciente pueden convertirse en derechos efectivos y reales. Las soluciones serán las que el pueblo organizado conquistemos.
Bankia, Popular y tribunales responsables.
Porque la lucha es el único camino.
Solidaridad con Vanesa y Omar.