Millones de personas, principalmente de clase trabajadora, enfrentan hoy una crisis de vivienda que afecta nuestra calidad de vida. Alquileres abusivos, desahucios y precariedad son algunos de los problemas que muchas familias viven diariamente.
La especulación inmobiliaria y las políticas que priorizan los intereses de grandes propietarios y fondos buitre sobre nuestras necesidades agravan esta situación. Demasiadas personas nos encontramos en la incertidumbre de no saber si podremos mantener un techo sobre nuestras cabezas.
¿Qué podemos hacer?
Ante este panorama, es urgente que nos organicemos colectivamente. Juntos podemos defender nuestros derechos, detener desahucios y luchar por políticas de vivienda más justas. No podemos enfrentar esta crisis de manera individual; la solución está en la organización y la acción colectiva.
Le exigimos a la Banca
Las entidades bancarias tienen la responsabilidad y la obligación de actuar. Exigimos que faciliten alquileres asequibles a las familias en lugar de expulsarlas de sus hogares. El acceso a una vivienda digna es un derecho, no un privilegio. No podemos seguir viendo cómo las viviendas vacías propiedad de los bancos se acumulan mientras miles de personas no tienen un techo bajo el que vivir.