Rosario y Emilio, unas de las primeras familias que se acercaron al grupo cuando este nació. Cuatro años de intensa lucha, de persistencia, de constancia, de trabajo y al fin ha llegado a su fin. En este mes, la familia ha firmado el acuerdo con Promociones Residenciales por el que éste revende su vivienda por la cantidad de 10.000 euros, que la familia afrontará gracias a un préstamo solidario. Por lo que Rosario y Emilio se quedan en su vivienda con sus hijos y sin el peso de la deuda de la hipoteca que tenía con Santander Consumer.
Rosario Ruiz es una auxiliar de comedor en un colegio de 43 años de edad. Emilio Linares, de 45 años, es pinche de cocina y está parado. Viven con su hijo Emilio, de 20 años, y Rubén, de 18.
Rosario y Emilio contrataron en 2006 una hipoteca con el Santander Consumer, del Grupo Santander, para la adquisición de su vivienda en el barrio del Zaidín. Siempre pagaron regularmente su hipoteca, hasta que ahogados por la crisis, Emilio quedó en paro y Rosario también. Ante esta situación acudieron al banco para encontrar una situación, el banco se negó a dar una solución y a cambio vendió su vivienda a un fondo buitre, Promociones Residenciales, con sede en Madrid. En ningún momento el banco informó a Rosario y a Emilio de sus intenciones de vender su vivienda con ellos y sus hijos dentro.
Estas prácticas del banco llevaron a Rosario y a Emilio a emprender junto al Grupo Stop Desahucios de Granada 15-M, una batalla contra el Santander, contra Santander Consumer y contra Promociones Residenciales, empresa buitre que había comprado su vivienda con ellos dentro.
Han sido muchas las acciones contra la entidad bancaria Santander, han sido muchas las negociaciones con el banco, han sido muchas las campañas de denuncia de las prácticas del banco. Mucha la lucha en la calle. Una lucha que no hubiera sido posible sin el apoyo de muchos colectivos de Granada como: el movimiento estudiantil, las mareas, las marchas por la dignidad, el 15-M, la asamblea interprofesional, Derechos Humanos, y un sin fin de colectivos que se han volcado en la lucha junto a Rosario y Emilio. La solidaridad llegaba incluso dese otros pueblos de Andalucía por ejemplo desde Turre, Almería, entre otros.
«Conocimos a Stop Desahucios hace cuatro años en la Plaza del Carmen. Desde el principio han estado ahí, es la familia», manifiesta Rosario. Así es. En todo este tiempo, Stop Desahucios desarrolló una enorme ristra de acciones que en abril de este año forzaron que llegara la solución, concretada definitivamente ahora.
Rosario, una incondicional en las reuniones y convocatorias del grupo, afirma que esta solución no es sólo para ellos: «Hemos estado cuatro años sin bajar la guardia. Nuestro ejemplo tiene que servir para que la gente luche».