Y ahora AVRA (Agencia de Vivienda y Rehabilitación de Andalucía) vuelve a protagonizar un nuevo desahucio
Ayer, día 27 de septiembre de 2018, los activistas de Stop Desahucios Granada 15M han cambiado su habitual visita de los jueves a una de las oficinas bancarias con las que se tiene alguno de los múltiples conflictos abiertos por la plaza del Carmen, es decir: por la plaza del Ayuntamiento de la ciudad de Granada.
Una vez allí congregados se ha visibilizado mediante las pertinentes explicaciones, panfletos y consignas la actual situación en la que se encuentra una familia a punto de ser desalojada de una de las viviendas gestionadas por la empresa pública AVRA. Una de esas poquísimas viviendas públicas que existen, ya que frente a la realidad de otros países cercanos, en nuestro territorio apenas existe este tipo de inmuebles. El mercado es el que manda… y tanto es así, que la propia Agencia de Vivienda y Rehabilitación de Andalucía emplea las mismas sucias formas que los responsables del actual panorama de la vivienda que tantos años llevamos denunciando. Juegan al mismo juego y colocan a las familias de clase trabajadora sin recursos en la misma situación: desahucio sin alternativa habitacional.
Es habitual que la ciudadanía no sea consciente de este tipo de realidades. De ahí la importancia de hacer pedagogía en nuestras calles y entornos más cercanos (trabajo, barrio, familia, etc.). Cuando cantamos a pleno pulmón eso de «Porque mañana, te puede pasar a ti» no lo hacemos por ningún afán sensacionalista. Es algo real: tal y como está diseñado el mercado inmobiliario en este país, quedarse sin techo es una posibilidad que no tiene nada de remota. Disponer de un lugar para vivir no es ningún privilegio, es un derecho. Y como tal debe ser exigido.
Es cierto que tras años de trabajo cada vez más sectores de la población saben que bajo el maquillaje del marketing que despliegan los bancos se encuentran lógicas expropiadoras y usureras. Prácticamente nadie confía en ellos tras los sucesivos descalabros que han venido protagonizando. Sin embargo, a veces cuesta más comprender que la situación de la vivienda no depende únicamente de las entidades bancarias y de sus desmanes… el punto al que hemos llegado solo se entiende con la complicidad activa de la clase política y sus administraciones. Por connivencia o por dejación de funciones, tanto da. Y la gestión realizada por AVRA pone sobre la mesa esta realidad: apenas existe un parque de vivienda pública y, además, el que hay es gestionado con la misma falta de humanidad con la que engendros como los fondos buitres amenazan nuestros pueblos y barrios.
Está en nuestra manos tanto que se sepa esta realidad como que nadie desde ninguna institución de carácter público que esté relacionada con la vivienda (y eso afecta lógicamente a los ayuntamientos) trate de mirar a otro lado.