La acción de Stop Desahucios Granada 15-M desbloquea la situación de una familia que no podía hacer frente al pago de las deudas hipotecarias contraidas con la Caja Rural y Unicaja. A través de la movilización y demostrando que sólo apoyados en la lucha pueden obtenerse resultados, el colectivo ha vuelto a movilizarse hoy, como viene haciendo todos los jueves, con o sin ley mordaza.
José pidió un préstamo a Caja Rural para la adquisición de una vivienda que no pudo seguir pagando al, como tantos trabajadores, quedarse en el paro. Para poder obtener un respiró se solicitó una reestructuración, según el Real Decreto, a la Caja Rural que fue aprobada pero que no pudó llevarse a término por tener otras deudas con Unicaja. Lejos de ponerse de acuerdo estas dos entidades, Caja Rural inició la subasta de la vivienda para cobrar la deuda.
Ante esta situación, desde el Grupo Stop Desahucios Granada 15M se decidió actuar para evitar que la situación pudiera ir a peor para lo que se convocó una acción de protesta frente a estas entidades, buscando obtener una solución.
La situación con la policía estuvo bajo control en todo momento durante la acción.
Durante el desarrollo de la acción que ha contado con la presencia de casi medio de centenar de compañeros y colectivos solidarios, la presencia policial ha sido permanente como suele ser habitual sin que haya habido ningún hecho reseñable en relación a la entrada en vigor de la nueva Ley de Seguridad Ciudana. Ante esta, en este acción y las que puedan venir, el colectivo va a seguir planteando la lucha con inteligencia y determinación porque no queda otra.
Así con la acción de hoy, a través de la movilización y la presión sobre las entidades bancarias, se ha logrado forzar que estas entidades tuvieran que colaborar, dando los pasos para poder llegar a un acuerdo. Para ello los activistas primeramente se han concentrado ante la Caja Rural y tras conseguir entregar el escrito correspondiente para ser sellado, se han desplazado hasta Unicaja para presentar este escrito y poder desbloquear la situación.
Una vez más se demuestra que la lucha en la calle y la movilización popular es el camino más eficaz para poder conseguir que el derecho a la vivienda sea un derecho efectivo.
Porque sí se puede.
Porque no tenemos miedo.
La lucha es el único camino.
