Un mes de Julio en las calles cada jueves
Desde el grupo Stop Desahucios Granada 15M se han convocado diferentes concentraciones a lo largo del mes de julio en las puertas de diferentes entidades bancarias para pedir soluciones viables para las familias trabajadoras con problemas de vivienda.
Los trabajadores estamos en medio de unas entidades bancarias, preocupadas por sus cuentas internas y su imagen de venta, en medio de un gobierno preocupado por las directrices que marca Europa, recortes y ajustes para los trabajadores y los rescates a la banca. En medio los trabajadores: desempleados de larga duración, con contratos temporales y sin asegurar toda las horas que se trabaja (la moda del verano), forzados a apretarse el cinturón con la cantinela de que se ha vivido por encima de nuestras posibilidades. Sin embargo para el gobierno, los datos de reducción del paro, en esta época estival, bastan para sacar pecho y decir que ya se ve el final del túnel sin pensar en los sueldos de miseria que se dan y en qué muchos trabajadores llegarán al final de su vida laboral sin tener garantizada una pensión.
A pesar de todo esto hay muchas familias trabajadoras que no se rinden, que saben que tener una vivienda no es un lujo, es una necesidad, que saben que con el apoyo de otros trabajadores podemos conseguir que se nos respeten. Esto es lo que hacemos y seguiremos haciendo jueves tras jueves: practicar la solidaridad para que la realidad de los desahucios, de los problemas de hipotecas, de las prácticas abusivas de los bancos no nos quiten más la salud.
A lo largo del mes de julio, durante los diferentes jueves, hemos desarrollado concentraciones en las puertas de las entidades bancarias Banco Mare Nostrum (BMN) y Banco Santander; denunciando la falta de soluciones para las familias trabajadoras que han pagado sus cuotas siempre que han podido.
Tras las concentraciones se han conseguido avances de cuyo complimiento habrá que estar atento, pero que han vuelto a mostrar que la movilización y la lucha organizada sí que sirven. Porque desde el grupo hay algo que las familias organizadas en él tienen muy clara: la vivienda es un derecho y la lucha seguirá cueste lo que cueste.